martes, 18 de febrero de 2014

Gato antroposófico


Durante todo un concierto de Los Amigos de la Música me admiré viendo desde las gradas altas un paseo de puerta a puerta al final del escenario.
Entró la orquesta, todos los músicos se ubicaron y comenzó la afinación, luego su director hizo su entrada y la sala se completó con los aplausos. Cubrió  posteriormente todo el ámbito la buena y hermosa música, el silencio interior  y los sonidos en el aire nos transportaron.
El concierto comenzó. Y en el fondo del escenario también comenzó un paseo, el cual no permitió que yo recordase cuales fueron las piezas musicales escuchadas. Toda mi atención fue captada por un habitué del lugar, un gato, negro y blanco, bien cuidado.
Hoy supongo que dormitaba allí en el fondo y la música lo arrancó con sus melodías de los brazos de Morfeo.
Había dos puertas al fondo, a la derecha y a la izquierda, darían a pasillos y camarines…y estas puertas se cerraron tras la entrada de los músicos y el director de la orquesta, de manera que nuestro habitué iba de una a la otra, se quedaba sentado respetuosamente como esperando el “Sésamo ábrete” o que un humano abriese y viendo que nada sucedía, volvía por el fondo al ras de la pared de utilería hasta la otra puerta y nuevamente demostraba su paciencia…Durante todo el concierto iba Don Gato de una puerta a la otra. Esperaba pacientemente y repetía su paseo en la otra dirección. Con la música no se podía escuchar si maullaba suavemente…probablemente no lo hacía y su parsimonia era como de un desfile de modas. Lucía su rabo muy orondo y toda su figura tenuemente iluminada tenía toda mi admiración…
Y despareció raudo con el director cuando este terminó su concierto y se dirigió a una de las puertas  laterales.  Escuchamos el  bis, con mayor atención, después que don gato se esfumase de la escena.

Esta experiencia me hizo comprender una respuesta de Steiner dada a la señora Sofía Bauer que afligida se acercó a Steiner al final de una exposición, de una conferencia, para disculparse que su gato se paseaba por el fondo  del escenario  con su cola erguida frente al fondo azul y esto tras la espalda de Steiner todo el tiempo mientras este daba su conferencia. Steiner solamente dijo  a la señora, quien esperaba una queja del orador: No pasó nada, hace mucho tiempo que es miembro de la sociedad, de la sociedad antroposófica.
“Usted ser humano de un ser humano”

„Sie Mensch von einem Menschen” también podría decirse “Usted hombre de un hombre”, sin embargo la expresión Mensch, tanto en Estados Unidos como en Alemania, hace referencia a una persona educada, merecedora de ser tenida en cuenta, culta, no es sólo un hombre sino un verdadero ser humano, con sabiduría y con una inclinación hacia lo humanitario, el altruismo y amando la humanidad.

Wolfgang G. Vögele *1948
 Con este título la editorial Futurum de Basilea ha impreso un libro de bolsillo y su temática se refiere a Rudolf Steiner en anécdotas. Su costo es de 22,80 francos suizos y está escrito en alemán. Interesante es que su editor el señor Wolfgang G. Vögele ha sido quien ha tratado de corroborar todas estas anécdotas que circulan de boca a oído, esto para que las nuevas generaciones tengan una idea de cómo fue Steiner en su vida, no sólo como filósofo y estudioso, sino también como persona. Vögele ha realizado una tarea, hasta la podríamos calificar como “historia real, verídica” y  la ha relatado con nuestras palabras actuales. Su investigación ha sido realizada desde las diferentes fuentes, de la Autobiografía, de cartas personales, de obituarios, de recuerdos de las personas que de niños conocieron a Steiner, de aquellas memorias existentes, las manuscritas, las impresas. Una tarea a conciencia.

En la contratapa podemos leer:

Encaminado hacia la colina de Dornach Steiner se detuvo y aclaró a su acompañante ”Yo tengo que sacar la piedrita de mi zapato si no mañana renguea todo Dornach”

Creo haber comprendido mejor la molestia y la preocupación que fue para  Steiner su “crux”. Me refiero a la adoración  que sentía de las gentes hacia su persona. El deseaba  que se estudie por ejemplo su obra básica escrita, que se comprenda y que se ejerciten sus indicaciones prácticas para lograr el conocimiento de los mundos superiores.
No que los oyentes se dejasen arrullar por el saber transmitido sin hacer nada para obtenerlo por sí mismos y comprobar con sus ejercicios constantes,  y su conciencia despierta, su autoconciencia además, los reales conocimientos del mundo espiritual por experiencia propia, accesible a todos a través de acciones sistemáticas ejercitables.

12.03.2014

El humor...el buen humor...

El Humor
El buen humor, aquel que hace sonreír al rostro y además llena el alma de sana alegría, un humor claro, sencillo, espontáneo, es salud. La risa es salud.
Hace muchos años mi lectura preferida era el Reader’s Digest en castellano. Traía un panorama cultural presente, uno histórico, además se comentaba la actualidad en Letras y Humanidades, se accedía a la cultura general de igual manera como Radio Nacional emitía un programa cuyo título era “El libro leído para usted”, que yo no dejaba de escuchar.
En el Reader’s Digest lo primero que buscaba eran los pies de página. Estos traían diferentes aspectos muy humanos, risueños y del mejor buen humor. Por ejemplo tenían ya como título, aquello de mi interés “El humor es salud” y “La risa, remedio infalible”.


El humor de la plástica steineriana El representante de la Humanidad

Y he pensado en el buen humor de Steiner, quien en su autobiografía le dedica un pasaje de importancia. Sus pensamientos y estudios filosóficos, su tarea como conferencista, además ocultista y de capacidad clairevoyance. ¿Dónde tenía en él cabida el humor?
Steiner mismo relata un encuentro con un profesor en las calles de Viena, un profesor a quien Steiner de joven admiraba. El profesor le invita a que le acompañe, le invita a su casa y durante la caminata surgen las preguntas del profesor ¿Cuál es su predilección?  También podría haber dicho profesión principal. Steiner responde: ocultista. A lo cual este señor retruca “Querido amigo, aquí sí, para el ocultismo –para las investigaciones espirituales. Sí, se necesita poseer un muy buen humor”.

11.2.2014.