Cómo nació nuestra escuela

La vida en la Escuela San Miguel Arcángel

La reseña así titulada fue realizada y publicada en fotoduplicación en Junio 1999. Parece ser ayer y ya tiene la escuela15 años más de camino...y muchos egresados... algunos ya padres y maestros.
Finaliza la reseña con la siguiente solicitud: La Comisión encargada de la edición de este "manual" espera recibir comentarios sobre este material, e inquietudes sobre otros temas de interés para incluir en el futuro. Una apertura que distinguió siempre esta escuela.

Este manual contenía ya 92 páginas y Cómo nació nuestra escuela pertenece a la página 9. Volver a leer aquello que los maestros y padres elaboraron para describir su origen, su pedagogía steineriana,
su quehacer diario, desde aulas, en sus horarios de tareas, almuerzos, talleres opcionales por las tardes, tanto para alumnos como para padres, es enriquecedor.

La riqueza consta en el andar y la historia, en el vivir escolar, realizar las experiencias y aprendizajes.
La escuela ha cumplido sus 46 años y deberemos caminar hacia adelante y llegar a una fiesta aún por cumplirse, una fiesta especial: Los 50 años, 

En el año 1968 un pequeño grupo de padres y maestros se reunieron en San Isidro, provincia de Buenos Aires, en torno a la idea de una Escuela Waldorf. Para el primer año se contaba sólo con 15 familias, 27 niños, para las cuales resultó un gran esfuerzo materializar esta idea. Se alquiló una casa vieja y se la adaptó para que en ella funcionaran tres grados y una sala de jardín de infantes.

Como más y más familias se sumaron a este impulso, pronto hubo que resolver dos grandes problemas; ampliar el espacio físico y conseguir nuevos maesros. Los maestros fundadores ofrecieron seminarios de perfeccionamiento docente a aquellos interesados en la Pedagogía Waldorf; también se contó con valiosos aportes de pedagogos europeos que brindaron cursos durante sus visitas a nuestro país y se aunaron esfuerzos para que algunos maestros pudieran concurrir a los seminarios de Alemania para formarse allí.

En cuanto al espacio físico, se logró comprar una casa más amplia, y posteriormente anexarle una vecina, lo que permitió resolver en parte los problemas de espacio. Asímismo, las familias cercanas a la escuela ofrecían sus casas o terrrenos para dar allí las clases de euritmia, jardinería y natación. La plaza cercana era el lugar donde los niños jugaban en el recreo y se sentaban a las sombras de las añosas tipas a comer su merienda. El señor Wolfram Klein, dueño de un establecimiento agrícola en Zárate, nos brindó una inapreciable ayuda: facilitó una parte de su campo, La Escondida, para sembrar cereales y para otras actividades que requerían más espacio al aire libre.

Muchos de los maestros que hoy (1999) nos acompañan formaron parte de ese primer impulso; y niños que en ese entonces tenían que cruzar la calle para ir al recreo, son hoy padres y maestros de esta escuela. Axel Rodrigué, Mariana Guerrero, Ana, Sofía y Sabina Fracchia, Hernán Scallan, David Tenor, María Paz  y Valeria Rodriguez, Nacho Carosi,

En el año 1984 se dio un gran paso y se compró el actual terreno (4,700m2) con dos pequeñas construcciones y una hermosa arboleda. Esto se logró en parte con un préstamo del Banco de Bochum de Alemania, y en parte con el adelanto de cuotas escolares y donaciones que hicieron padres y amigos, Ya había 197 niños en la escuela primaria y 25 en jardín de infantes.

Se vendieron las propiedades donde la escuela había funcionado hasta entonces y con esos fondos se comenzó a construir, según la arquitectura orgánica. En 1986 las clases comenzaron en el nuevo edificio que fue completado poco a poco. En este edificio hay actualmente  8 aulas muy amplias, una biblioteca, y algunos lugares más pequeños para clases especiales. En el año 1998 se logró construir el ¡tan esperado! Salón de Usos Múltiples, que es nuestro Salon de Actos provisorio y también a partir de este año, 1999, el comedor. En la parte alta de este edificio se encuentra el noveno año.

El jardín de infantes funciona en una de las construcciones originales, aunque fue varias veces remodelado y este año agregó una tercera sala.

La escuela cuenta con otro terreno aledaño, saliendo por la puerta de la calle Wernicke, que se utiliza como huerta; además de un Albergue dentro de la Fundación La Escondida, en Zárate, donde los distintos grados pueden realizar sus experiencias de siembra y cosecha de cereales, estudios de Astronomía, etc. Y por sobre todo pueden aprender a amar y respetar la Naturaleza.

Hoy, recordad 1999, son 180 familias que nos confían sus hijos, y junto a ellas esperamos seguir trabajando y creciendo como lo hicimos hasta ahora.

De "La vida en la Escuela San Miguel Arcángel", en Junio 1999.
       José María Moreno 1221, Villa Adelina
       

En una ventana en San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel -  Salón de Usos Múltiples

Vislumbrando ayuda de las estrellas. Estas nos concretan

Vislumbrando inspiración de las estrellas. 

En principio debo pensar un poco sobre todo aquello que son las preguntas, consultarlo con la almohada, decíamos antes, esperando una señal del cielo, una inspiración, la idea luminosa matutina.

También los educadores, madres, padres y maestros tienen que poder leer, saber y pensar el respecto.

Mi experiencia indica que por los menos durante 5 años debe trabajar el jardín waldorf, irradiar en su entorno, ser conocido por sus pares de otros jardines vecinos, otros colegas de otras escuelas no necesariamente waldorf, sino aquellas que se ocupan de los niños pequeños. Haber compartido fiestas, invitaciones, encuentros. Conocerse y respetarse en cada tarea, en cada trabajo educativo.

Luego si se ha sostenido, también económicamente, podrá verse si está la fuerza de los padres para un impulso hacia el primer grado. Tal vez lleve todavía dos años más todo el proyecto en concreto y debe estar la fuerza en los padres, los maestros de todas maneras están inmersos en la fuerza  de un ideal para con los niños, los escolares, los futuros alumnos.

Jörgen Smit con estudiantes

Y también el ideal debe ir creciendo... armónicamente junto a los niños, sus educadores, sus padres deben poder comprender y quererlo para sus propios niños y los de los otros padres, aunque luego nuestros y sus niños hayan crecido y continúen con la vida.

La unión hace la fuerza y esa debe estar bendecida por los ángeles también, para lograr la meta entre todos. Siempre tampoco serán todos los que en un principio comenzaron, el núcleo tiene que formarse entre padres, niños y educadores, crecer y sostenerse firmemente en su continuidad en el tiempo. Tiene que demostrar capacidad e irse capacitando con el hacer.

Dialogar  para seguir vislumbrando ayuda e inspiración de las estrellas.

Estas nos concretan. 

Tatiana Schneider
La Loma, 29 de Abril 2014

¿Dónde aprendiste eso? invariablemente respondía..."mirando a mi papá..."

Pionero de la Agricultura Biológico-Dinámica en la Argentina .

 In Memoriam.  A poco de cumplirse los 20 años de su fallecimiento.

Dr. Phil. Chem. Martín Richter

Buenos Aires 8 de Julio de 1941 – Pilar, Fundación GEA, “Los Chimangos” 3 de Diciembre 1994.

Cuando alguien cruza el umbral en forma repentina y en momentos en que tan diversas iniciativas están bajo su responsabilidad o su tutela, uno se pregunta qué significado puede tener esto para aquellos que quedan para asumirlo.

Martín Richter falleció en Buenos Aires, en el campo llamado “Los Chimangos” el 3 de Diciembre de 1994 a los 53 años en forma inesperada. Después de un día de larga actividad como solían ser los suyos entró durante el sueño en el mundo espiritual.

Había nacido en Buenos Aires el 8 de Julio de 1941. Sus padres eran ya mayores cuando el nació y sus otros tres hermanos le llevaban muchos años. Su padre era hijo de un alemán de Hamburgo y estudió en Suiza. Su madre, de padres alemanes, nació y creció en Suiza  donde vivió  hasta los 20 años. En la casa se hablaba suizo y el alemán de manera que hasta que comenzó el colegio, a los seis años, Martín conocía poco la lengua del país, el castellano. Era un niño mas bien callado y muy observador. Pasaba mucho tiempo observando los trabajos de su padre, quien era ingeniero, y hacía en su casa. Y muchos años más tarde cuando alguien miraba asombrado los aparatos y máquinas de su invención para desarrollar nuevos métodos en el laboratorio y le preguntaba ¿Dónde aprendiste eso?  Martín invariablemente   respondía...mirando a mi papá...

A los nueve años después de haber asistido a un concierto, dijo a sus padres que quería estudiar el violín y así lo hizo con dedicación hasta 1981, en que conscientemente decidió dejarlo por el momento ya que su tarea del campo le impedía seguir dándole a la música el importante lugar que hasta ese momento había tenido.

Cerca de Buenos Aires, el río Paraná se abre en El Delta y este es un lugar que hace las delicias de todo aquel que ama la Naturaleza y también de aquellos que desean practicar un deporte náutico. Es así que los fines de semana y durante las vacaciones, la familia Richter hacía excursiones por las islas en su bote a remo y el pequeño Martín aprendió muy pronto a remar y más tarde a recorrer las islas en su bote. Conocía y amaba especialmente esos lugares y seguramente encontró en esos largos paseos la tranquilidad para pensar y proyectar todo lo que realizó después.

Cursó sus estudios primarios en la escuela del barrio y el secundario en la Escuela Nacional en una localidad vecina, siendo siempre un alumno brillante. Luego estudió Química y a los 23 años decidió viajar a Europa con el objeto de hacer allá su doctorado. Cruzó el Atlántico trabajando en un barco de carga que lo dejó en Hamburgo. Después de viajar por algunas ciudades de Alemania, viendo las distintas posibilidades decidió quedarse en Göttingen en el Instituto de Suelos que dirigía el Profesor Scheffer, quién sería su padrino de Tesis. Fueron años de intenso trabajo en todo sentido. El principal naturalmente era la preparación del doctorado y esto lo alternaba con la música y la asistencia a grupos de estudio de Antroposofía.

Pudo viajar y trabajar en dos oportunidades en Dornach, como ayudante en el escenario del Goetheanum. En aquellos años surgió el deseo de llevar el impulso de la Agricultura Biológico-Dinámica a la Argentina.

Después de terminar el doctorado volvió a su país y comenzó a trabajar en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires en la cátedra de Edafología, Suelos,  donde un tiempo después se desempeñó como profesor, tarea que cumplió hasta el año 1992.

Intervino en diversos programas de investigación y trabajó paralelamente en laboratorios de suelos algunos de ellos montados y organizados por él en los que desarrolló su gran capacidad técnica en la creación de diferentes aparatos que el mismo diseñaba y realizaba en el taller de su casa. Sentía un gran placer en esa tarea con la que podía poner a punto nuevos métodos de investigación de suelos en la que era constantemente consultado por colegas, instituciones y alumnos de la facultad. Muchos jóvenes se formaron a su lado y fue siempre muy generoso en lo que se refiere a divulgar sus observaciones y experiencias.

Junto a este quehacer diario se desarrollaba aquello que sería el ideal de su vida: el desarrollo de la Agricultura Biológico-Dinámica. En 1978 comenzó a trabajar en el Establecimiento de Campo de un amigo en las cercanías de la ciudad de Buenos Aires lo que permitía compartir esta tarea con su cargo de profesor de la Facultad de Agronomía. Instaló allí un laboratorio y llevó a algunos de sus colaboradores y dedicó la mayor parte de su tiempo  a aprender las tareas del campo.

Después de una estadía en Alemania, trabajó en ese entonces en el Círculo de Investigación de Agricultura Biológico Dinámica en Darmstadt,  se instaló en un campo de 36 hectáreas a sesenta kilómetros de Buenos Aires. Se creó la Fundación GEA que tendría como objeto la investigación y el desarrollo de la Agricultura Biológico-Dinámica. Vinieron entonces años de trabajo muy intensos en los que tuvo que luchar en varias y fuertes inundaciones del campo, robo de la hacienda, dificultades económicas. Aunque también tuvo avances en los objetivos, la puesta en marcha del pastoreo rotativo, el desarrollo del cultivo de Boysenberry que tenía buena acogida por los consumidores.

Un lugar importante ocupó siempre la observación, la investigación y la aplicación de las enseñanzas de Rudolf Steiner contenidos en el Curso de Koberwitz para la Agricultura. Curso traducido al castellano por Martín Richter mismo y su implementación para el Hemisferio Sur.

Martín Richter llevaba anotaciones casi diarias de las tareas realizadas y también de lo que ocurría en la Naturaleza, como por ejemplo el régimen de lluvias en relación a los signos del Zodíaco y las fases de la Luna. Todas estas experiencias las volcaba en cursos, seminarios y conferencias, tanto en la Argentina como en el Brasil y en el Perú.

En su deseo de incorporar la cultura al campo, aceptó a partir de 1991 dirigir un Seminario para  Futuros profesores del Colegio Secundario Waldorf.  Esta tarea pedagógica le trajo grandes satisfacciones como así también el encuentro con estos jóvenes portadores del ideal de la Pedagogía Waldorf. La muerte lo sorprendió cuando preparaba un nuevo curso con los integrantes de este seminario que se realizaría en el mes de Enero de 1995.

Martín Richter

La vida de Martín Richter fue corta, rica, intensiva y unida estrechamente con todo el trabajo Antroposófico en la Argentina. Se desempeñó desde Septiembre 1986 como lector de la Escuela Superior Libre para la Ciencia Espiritual. Fue Presidente de la Sociedad Antroposófica en la Argentina durante muchos años y en conversaciones y en reuniones escuchamos siempre su juicio atinado; él podía captar lo esencial y llevarlo adelante. Y se añade a esto una gran modestia que se notaba tanto en las conferencias como en las excelentes traducciones, simultáneas en algunos casos, que realizaba en ocasión de visitas del extranjero.

Una vida corta, rica en experiencias y trabajo intenso. Un legado para muchos en lo que se refiere a conocimientos. Una imagen para todos de lo que es la transparencia en el obrar y en el pensar. Y más que nada una puesta en práctica de las enseñanzas y el camino que brinda la Antroposofía.

Elsa Richter  Pizzo                                   Dr. Phil. Chem. J. Wolfram Schneider

Semblanza editada en 1995 en el semanario “Das Goetheanum, Dornach, Suiza.

Pionero en Antroposofía, entre otros, en Argentina y en Brasil

Fred Rudolf Erdmann Alfred Poeppig,

Antropósofía en la práctica, en Argentina y en Brasil.

Pues en una época donde los niños solían ser algo débiles en su nacimiento las parteras  solían aconsejar a las madres, también delicadas de contextura física, darle al niño el nombre de Erdmann, un hombre para la tierra. A veces  las niñas recibían el nombre Erdmuthe, tener valor para la tierra. Y así en la Familia de Poeppig  Herwig todos los tres hijos, dos varones y una niña tuvieron ese nombre ancestral para relacionarse con nuestro planeta, con nuestro suelo, con la Tierra. El varón mayor Egon Erdmann Poeppig fue incorporado a la milicia en la Primera Guerra Mundial y en ella perdió la vida.

Fred Poeppig con alumnos en Bandung, Indonesia 1934

Fred Poeppig así se lo conoce en su vida pública y literaria, nació en Turingia, en la ciudad de Neustadt al río Orla el 16 de Abril de 1900 y falleció el 9 de Agosto de 1974 en Untermünstertal. Donde había formado una casa de Estudios Antroposóficos en La Selva Negra,  en Alemania.

Inesperadamente mientras viajábamos a visitarle en Agosto de 1974, al pasar por la parte de atrás de una iglesia nos cubrió la sombra del edificio y no puede evitar de decirle a mi marido: Tu tío ha muerto. Nada sabíamos, no le habíamos anunciado nuestra visita, su casa estaba cerrada, los diarios amontonados frente a la puerta de entrada y decidimos dar vuelta a la casa por el jardín para ver si alguien pudiese estar. En ese momento un odontólogo vecino de enfrente, sale a su entrada y nos pregunta a quien buscamos y al decirle que somos sobrinos de Fred Poeppig  y venimos de  Argentina a verle. El doctor dice ¿Cómo, y ha recibido mi telegrama? Acabo de llegar del correo y le he escrito a la hermana quien vive en Buenos Aires...Y  ustedes ya están aquí... Nos hizo pasar, nos ofreció un café y nos comentó que Fred había fallecido esa noche en Untermünstertal durante la Jornada Anual de estudios antroposóficos. Recibimos aún la fecha de la ceremonia de despedida y el día del entierro. Hablamos desde la casa del señor a Buenos Aires y la mamá de Wolfram, Ilse Schneider, hermana de Fred Poeppig, quien a nuestra pregunta si ha llegado un telegrama nos dice : "No. Pero  mi hermano ha muerto, he visto a mi madre en la casa esta mañana con la cabeza cubierta con un mantilla negra”. y nos comentó su consuelo, que estaríamos presentes en el sepelio de su hermano.

Cuáles fueron los hitos importantes de su vida. Yo diría traer Antroposofía práctica a la Argentina y al Brasil.

Fred finalizó la Escuela Secundaria Nacional en Hamburgo y estudió luego de una corta época militar de 1918 a 1920 Filosofía y Germanística en la ciudad de Jena. En ese tiempo en un escaparate le llamó poderosamente la atención un libro de Steiner. Se pidió en ese entonces todos los libros de Steiner en Berlín y con ellos se embarcó a la Argentina en 1921, donde ya residía su familia.

En ese mismo año ingresó en la Sociedad Antroposófica. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional de Buenos Aires, dio conferencias en la Sociedad Teosófica y cuando la Sociedad Antrposófica tuvo su clara definición continuó dando conferencias, sobre Cultura general, Antroposofía, por ejemplo sobre Goethe, su vida y su obra en La Sociedad Científica. En una ocasión fueron tantos los oyentes que lo recaudado a la gorra pudo ser enviado como donación a la Primera Escuela Waldorf en Stuttgart, Alemania.

En 1923 regresó nuevamente a Alemania y estuvo viviendo un tiempo en Berlín antes de mudarse a Dornach, Suiza, para reforzar las guardias nocturnas frente al Goetheanum. Ese Grupo de Serenos por deseos de Rudolf Steiner recibía clases de euritmia con Ela Dziubanjuk. Esto despertó en Fred el deseo de formarse en Euritmia. Cuando Marie Steiner en 1927-1928 comenzó a escenificar y estudiar con los actores  la Escena de Helena  del Fausto de Goethe ella eligió a Fred para  el rol de Phorkyas. Hasta 1933 Fred trabajó en el escenario como Euritmista y como actor, luego se alejó de Dornach. Y después de una corta estadía en Java, vivió en desde 1934 a 1938 en Sao Paulo, Brasil, donde fue ampliamente activo en pedagogía, euritmia y antroposofía. Desde 1938 a 1946 él y su mujer Antoinette –una Euritmista holandesa- vivieron bajo difíciles circunstancias y serias situaciones, en parte internados, en el Sudeste Asiático. En 1946 pudieron regresar a Alemania. Y allí Fred vio que su tarea principal, era, a través de conferencias, seminarios y publicaciones, acercar a las personas al camino espiritual. Y entre otros construyó en La Selva Negra, en Untermünstertal  una pequeña Casa de Estudios, un lugar de Ejercitación, y trabajó en colaboración con el editor Herbert Hillringhaus en Friburgo. La hija del señor Hillringhaus, Christiane Wölcken Hillringhaus fue durante muchos  años docente de Euritmia en la Escuela Rudolf Steiner de Florida, en Buenos Aires.

Rememorando,  Gerhard Wehr ha dicho “Lo Esotérico, el  Arte y la Amplitud de mundo han sido los elementos que determinaron la vida de Fred Poeppig".

Aún habría que decir que también se abocó a una pequeña iniciativa para una renovación religiosa desde aquello relacionado a las palabras de Rudolf Steiner  sobre las corrientes crísticas.  Su ceremonia de despedida fue un ritual elaborado por él para los difuntos y Fred se encontraba en el féretro vestido con  una túnica de lana natural tejida de una pieza, de cuello alto y cerrada a la manera rusa desde el cuello sobre la mitad del hombro izquierdo y siguiendo en el pecho sobre el corazón cubriendo su cuerpo hasta los pies.   A mi pregunta sobre esta vestimenta tan señorial y llamativa un  señor me comentó que es el vestido con el cual eran sepultados  antaño los rosacruces.

El Calendario del Alma de Rudolf Steiner y su ejercicio semanal

 Una cuestión que Fred relata de su vida y que también Sergej O. Prokofieff comenta sobre Fred Poeppig, quién fuese el único que realizó la pregunta relacionada con el Calendario del Alma de 1913 de Steiner ¿Cómo debiera ejercitarse esto en el Hemisferio Sur?, a lo cual Steiner le respondió:

 “Simplemente inviértalo".

En Buenos Aires, La Loma, 22 de Octubre de 2014 en recuerdo a los 40 años de su fallecimiento.

Tatiana Schneider, sobrina política,  con los detalles biográficos de la Dra. Martina María Sam.

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¿Y quién ha visto algún gnomo?

¿Y quién no ha visto a algún gnomo?

Es fácil olvidar haberlos visto, ha dependido de la vida y todo lo que ella nos ofrece...Más ver a un niño pequeño danzando entre arbustos y flores. Danzando cual tuviese  buena compañía, danza delicada con inclinaciones y pasos tanto adelante levantando las piernas o posición en A, con las piernitas abiertas En silencio una figura que parece ser completada por un opuesto invisible a nuestros ojos tan curiosos, y en el rostro del niño  una gran sonrisa hasta con la alegría expresada en risas solitarias.

El asombro y la cadencia finalizan con un inclinarse como en la escena frente a otro ser oculto que debe estar haciendo el mismo gesto: una inclinación ceremoniosa, profunda, y tomando a los costados con sus manitas la pernera de los pantalones. Al buen observador ya le cayó en cuentas que las hierbas bajas frente al sendero del niño también se agitaban fuertemente durante la danza, nada parecía moverlas, ninguna brisa había. Al final de la reverencia también las hierbas -el pastito digamos- dejo de moverse.

Ni interrumpir, ni preguntar, simplemente disfrutar aún de la clarividencia infantil, tan sabia como si supiesen que los pequeños seres de la Naturaleza aman la alegría de los niños y adoran poder jugar con ellos en su hábitat entre troncos, maleza, flores, hojas otoñales o simplemente bajo el ligustro pleno de flores de primavera y su aroma que se esparce lejos, lejos.

Un barco

Mateo, dos años recién cumplidos y tres días...

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Se encuentra en la hermosa etapa de querer saber, el primer saber... el nombre de las cosas de la tierra,

“¿Qué es eso?”  Y esta pegunta sigue a sus padres por doquier. Papá estaba de mañana planchando su camisa y Mateo ya hace  su rigurosa pegunta ¿Qué es eso? Una plancha y pfuiii quema.
Mateo ya sabe lo que quema y eso no fue llamativo para él.

Mateo miró a su padre y respondió seriamente:  barco.

Por la forma no quedaba duda pero, por el uso era una plancha y pfuiii quema, a lo cual papá insistió en esa aclaración,

Mateo observa seriamente el planchado, da la espalda a su padre y se aleja diciendo en voz alta: Barco.

Pregunta de 1919 ¿Quién es este enigmático Rudolf Steiner?

¿Quién es este enigmático Rudolf Steiner?

Pregunta recurrente y sumamente interesante, de entonces y aún hoy día.

De la época de Rudolf Steiner en Dresde, en Septiembre de 1919.  La condesa Johanna von Keyserligk escribe en “Koberwitz 1924 Geburtsstunde einer neuen Landwirtschaft, Nacimiento de una nueva agricultura,  capítulo „Encuentros 1919 hasta 1921“, editado en Stuttgart en 1974, una observación suprasensible muy esclarecedora.

 „ De esos días de Dresde me ha quedado lo siguiente como recuerdo importante. Uno se puede imaginar que una pregunta que nos ocupaba mucho en esos tiempos era:

 ¿Quién es este enigmático Rudolf Steiner?  

Ya que la señora del General Moltke sabía que yo tenía una clarividencia y Rudolf Steiner esto se lo dijo también a Marie Steiner y a la señorita Waller, ella no podía dejar de querer escuchar que opinión tenía yo al respecto. Yo le dije: La figura externa de Rudolf Steiner me aparece como una cobertura, detrás de la cual se eleva una figura espiritual luminosa como el oro. Al final dije lo siguiente: Él es el que porta la fuerza de la cual Cristo ha anunciado, él es “el Consolador” que Cristo envía, el que nos conduce en toda Verdad.  La señora von Moltke no rechazó este pensamiento, me respondió sin embargo ella no puede aceptar esto, pues Rudolf Steiner rechaza cada intento de que su persona sea “divinizada” por sus alumnos, él se opone a ello decididamente. Por ello yo le pedí si ella de alguna manera podía hacerle a Steiner esa pregunta. Ella fue llamada para verle y se propuso realizar la pregunta.  Yo la esperaba en el hotel y veo como ella aún azorada se dejó caer en el sillón y me asevera: “Sí, él ha confirmado lo que usted dice”