martes, 25 de agosto de 2015

Semblanza. Steiner hoy

Semblanza.  Steiner hoy                     

Preparar una biografía que uno mismo no ha vivido, que sólo conoce de oídas o de lecturas, de anécdotas y de curiosidad propia, casi diría, lo llamaría un intento incompleto. Ustedes podrán seguirlo, crecerá con ustedes en vuestra comprensión por el ser humano, en la comprobación de su época y aquello dicho entonces visto con nuestros ojos en  nuestra era: habló al futuro.

Tenemos fechas, datos, su propio relato editado semanalmente en “Das Goethenum” el semanario de la Sociedad Antroposófica general, impreso en Suiza. Posteriormente fue “El curso de mi vida” y podríamos leerlo en versión castellana.

Podremos mirar fotografías, hay muchas, el fotógrafo Rietmann eligió las mejores que aún hoy se publican. Sin embargo nos dirán en una imagen la seriedad  de su expresión, en otra una actitud  llamativa de su rostro con la posición de su mano. Una junto a Marie Steiner  nos hará pensar en su aspecto físico, en su altura y veremos que ella, Marie,  se encuentra algo alejada como un asomo de hallarse a su sombra.  Junto a la maqueta del Primer Goetheanum veremos a un Steiner  sereno y en cierta manera severo “tocando” el futuro, podría yo decir, con su mano cerca de la maqueta de yeso. Camino a la carpintería podremos ver un Steiner algo sonriente de ojos brillantes, con carpeta en la mano y un paraguas desvencijado, detrás de el una galería de  abedules y tal vez en temprana primavera o en otoño avnzado debido al abrigo, al sobretodo de Steiner.

Steiners externos, visible fue para muchos y como conferencista recorriendo diferentes ciudades , frente a todo público, hasta en salas de 2000 personas...y sin embargo un comentario suyo  que lo expresa todo," si una persona en la sala me ha entendido, ha valido el esfuerzo, no nos alcanza el tiempo... "su mirada iba más allá de lo externo, más allá de lo cotidiano, más allá ... dentro de cada alma
En el corazón de las personas que se encontraban en la Asamblea de Navidad donde  día a día durante ese congreso colocó La Piedra Fundamental  pronunciada verbalmente con sus tantos versos para ejercicio de los presentes y para generaciones posteriores, hablando serenamente al  Alma humana. Su meta no era el espíritu este se encuentra, está, vive y genera, él luchaba por el alma humana. Por el hombre para que sea ser humano con su alma viva en su condición humana. Para que seamos capaces de conocernos a nosotros mismos en nuestra alma plenamente, con saberes, desidias, yerros, logros benéficos, sinceridad, humildad y veneración por la verdad. Levantarnos a pesar de nuestras caídas. Elevarnos hasta encontrar nuestro  ángel custodio, ser fiel a él y confiar en su sabia conducción relacionada con el destino que hemos traído  a la Tierra para cumplir, para realizar nuestra tarea, nuestro quehacer, único lugar de nuestro hacer el Bien.

Anécdotas de aquellos que lo conocieron se han ido recopilando en los tantos años desde su fallecimiento. Aquellos que consideraban que perdieron su maestro, su guía, la persona que en su época tenía todo el saber. Desde  Gottfied Wilhelm von Leibnitz -1646-1716-filósofo, lógico. Jurista. Bibliotecario, matemático y político alemán,  no ha habido genios universales, ese saber se ha repartido en materias y especialidades, nada abarcables en esta época cibernética, aunque accesible a todos con una presión de botonera.

Jörgen Smit, profesor waldorf y guía, conductor por años de la Sección Pedagogía del Goetheanum. quien leía increíblemente  casi el día entero en su juventud, se le ocurrió ir a la Biblioteca Nacional de Noruega y consultar cuantos ejemplares poseía esa biblioteca, cuanto saber se podría leer, a la respuesta de los ejemplares y estos a su vez por los tantos pisos del edificio, le dio a Smit un cálculo que le hizo decir: “No me alcanzará la vida entera para leer todo. Allí me decidí realizar el método de Steiner  para acceder a los mundos espirituales, pues siendo Steiner amigo de mi familia sabía de su enorme saber y no veía otro camino que estudiar Antroposofía, ejercitarme en tener yo mismo acceso a ese saber universal.” En  Steiner y sus libros básicos: ¿Cómo se adquiere conocimientos de los mundo superiores?; Teosofía; La Ciencia Oculta en bosquejo; y "La filosofía de la libertad".

Las primeras experiencias suprasensibles producen sorpresa, un  niño pequeño que siendo adulto describe este suceso en principio incomprensible hasta para él mismo, estando sentado como muchas veces en la sala de espera de la estación, ve entrar una persona cuyo rostro le resulta conocido por semejanza a otro. Es una señora que le ruega que él sepa perdonarla y hacer lo posible para su salvación. Ya había notado el niño que entró sin abrir la puerta y al terminar de hablar con él se despide y entra en  la estufa que mantenía el ambiente caldeado. El desea hablar sobre ello, sabe que no le escucharán...Al día siguiente llega un telegrama, el ve que su madre llora por los rincones pero nadie habla con él respecto, mucho tiempo después sabe que la hermana de su madre se había suicidado y ese era el motivo del telegrama y de la actitud materna., comprende que la tía había sido la que vio en la sala de espera, la que conversó con él y le rogó por su comprensión y por su alma.

Tatiana Schneider  24.8.2015 en el Profesorado Perito Moreno


Goetheanum, Dornach, Suiza

viernes, 21 de agosto de 2015

Rex y el nuevo Rey

Quien sabe que siente el alma de los animales a la vejez...el perro por ejemplo el acompañante del hombre en todas sus tareas de labranza.
El ovejero alemán imbuido en su trabajo por su instinto innato, si no tiene ovejas cuida personas, o carteras o bicicletas y “guay” de acercarse´, solo se escucha un aviso sereno,  un gruñido casi imperceptible, “mira amigo que te estoy advirtiendo, yo hago mi trabajo.”
 Y posee un solo dueño a decir del Dr. vet. Gatti, quién si no sabe encontrar la dolencia del animal pregunta por el dueño y busca en el dueño los males, encontrados éstos puede dedicarse a entender y procurar sanar al animal.
Un granjero europeo acostumbraba a no dejar sufrir a sus perros de trabajo en la vejez.
Detrás de un granero algo alejado tenía su lugar para sus animales y su manera era darle un tiro limpio y un entierro honroso.
Ya mayor luego de muchos años de tener perros ovejeros y de buen trabajo y carácter. Muchas veces iba a ese sitio y recordaba todos sus buenos “casi granjeros como él” de cuatro patas y orejas erguidas y atentas. Todavía recordaba nombres y hechos.
Tenía uno que apreciaba de corazón y lo veía envejecer, durante muchos años fue su preferido, su fiel amigo en todas, en el río, a caballo, entre las ovejas, contra los zorros.
Veía que llegaba su perro ovejero a su fin, su escoliosis, su cadera, el caminar ya  a veces en arrastre... y no quería tener que actuar como con los demás, no quería él mismo sufrir y llevarle detrás del granero...
Sin embargo cuál no sería su sorpresa que cuando Rex desparecía por los atardeceres lo encontraba detrás del granero, acostado en descanso al calor aún del sol apoyado en la pared de madera y su mirada era un ruego. Le llamaba y a esfuerzos se iban a la casa. Al calor hogareño y al día siguiente la misma escena. Con caricias el ruego de los ojos se acentuaba.
Y el granjero cavilaba. ¿Cómo sabía el perro que ese lugar era el último de la tierra para el cuerpo de los perros que había tenido? A diario va allí y sólo me mira cuando llego a buscarle y no quiere levantarse, debo darle ayuda para ello. ¿Qué desea? ¿Qué me ruega? Mi propio apego a su ser de tanto tiempo no me permitía comprender. De pronto un suspiro y un tenue ladrido y unos ojos que me pareció vislumbrar su ángel grupal, de nuevo el ruego...y recordé un dicho en la muerte los animales expresan en sus ojos el acercarse a ser seres humanos que fenecen.
Deje mi egoísmo, mi personal pena de lado y pensé en la suya, con suavidad recibió el disparo, sus ojos resplandecieron en su última mirada a mí, no sé pero vi en ellos agradecimiento y antes de quebrarse. paz... Rex me llevó a realizar mi tarea de atención y cuidado sin dolores, ni achaques, ni prótesis imposibles de llevar a cierta edad.
El sabía este es el sitio habitual de los otros, mis compañeros de tiempo ha, donde estaremos en tierra, pero en la estepas de los cielos nos tomaran el alma los ángeles grupales y seremos redimidos por la acción benéfica del hombre, esta vez por la tuya.

Me costó días reponerme, recordaba. Una niña me trajo un cachorrito. Abuelo a Rex muerto, Rex nuevo, te dará tarea y también alegrías, romperá cosas y asentará cabeza. Te acompañará, y así fue: el nuevo Rey,




martes, 18 de agosto de 2015

Conmemoración a J. Wolfram Schneider, 15 de Agosto 2015

Asociación de Médicos Antropósofos de Argentina, Fundación San Rafael. Proyecto Hermes, Rama Siglo XXI de la Sociedad Antroposófica.

Conmemoración a J. Wolfram Schneider, 15 de Agosto 2015, Día de Santa María a 50 años de sus esponsales, dos días antes de cumplirse el tercer mes de su fallecimiento.

Veamos que aunque el sol con su brillo no las deja ver,  detrás de ese brillo se encuentran las estrellas, aquellas que son nuestro hogar celeste y del cual venimos a este mundo de acción. Tomemos la hermosa poesía en sus expresiones la escrita por Octavio Paz,

Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.

Hablada por Cristina Martínez y la hecha movimiento por el Euritmista Eduardo Torres, ella me permite decir que en los últimos cinco años Wolfram no quiso volver a su habitación,  prefirió la sala de estar y donde desde su cama ortopédica que muchos han visto me dijo: de aquí puedo ver las estrellas y saber donde estoy, en cualquier momento que despierte.
Y quiero decir con el médico pediatra el Dr. Wilhelm zur Linden quien escribiese Nacimiento e Infancia antes que los Dres. Goebel y Glöckler dieran a editar Pediatría para la familia...Seamos capaces de arriesgarnos a solamente confirmarnos que todos nosotros en la profundidad de nuestro ser tenemos nostalgia de espíritu. Fue una de sus frases favoritas.
Y me recuerda “ de  aquí puedo ver las estrellas...” de donde venimos. Zur Linden nació en 1896 y falleció el 1972. Lo conocimos, nos dijo que no tendríamos hijos, simplemente confirmó algo que un homeópata argentino, el Dr. Cordi ya me había dicho: Para que quieres el certificado, para que quieres casarte si no tendrás niños. Sin embargo un médico alemán jefe de una sala de obstetricia de un gran hospital zonal, luego de una intervención, cálidamente me comentó si realizas el tratamiento que dan los médicos antropósofos es posible que puedas tener un niño, son los únicos que lo logran y cuando tengo una paciente que insiste ir en contra de su naturaleza, la envío de un médico antropósofo, y he tenido buenos resultados.
Mas mi idea no era hablar de nosotros sino del Dr. Zur Linden y de un paciente suyo, muy joven de 18 años con problemas de bilirrubina y un pronóstico severo en ese entonces. Italiano de familia noble, romana, conoció la antroposofía y visitó al Dr. Zur Linden con su problema y fue a pedirle consejo, no había médico que no hubiese visitado ya. Zur Linden le salvó la vida con medicina antroposófica, el joven se convirtió en hombre, vino a la Argentina con su primo de Rumania. Trabajaba aquí, viajó por todo el mundo en sus vacaciones, el amaba el arte, la música y tenía toda la obra editada de Steiner en italiano hasta el momento de su fallecimiento. Tenemos en el foyer de este edificio una placa que lo recuerda, pasamos todos los días frente a ella, no sabemos quien fue y consideramos, como he oído en un “corre, ve y dile”, Wolfram se hizo de sus bienes. Debemos saber y pensar por el Bien lo que repetimos.
Franco Baldachini así se llamó ese joven, ese paciente, ese hombre, era un integrante de la soberana orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalem,  de Rodas y de Malta. Posteriormente se llamó Orden de San Juan. Orden de los Hermanos hospitalarios. Orden de los caballeros hospitalarios. Y dejó de ser una orden militar. Sus cinco metas son: conocimiento, memoria, amor, presencia, sabiduría. Su comportamiento humano parte de San  Agustín de Hipona...de los pobres de espíritu será en reino de los cielos...los que lloran serán consolados...los sufridos heredarán la tierra... los de hambre y sed de justicia serán saciados...los limpios de corazón verán a Dios...los que practican la paz son hijos de Dios...los perseguidos por atenerse a lo justo estarán en el reino de los cielos. Todas estas palabras son guías para cualquiera de nosotros en nuestro comportamiento social, y más en la actualidad, donde el egoísmo cunde y lo material es hacer ”negocios”, mejor dicho negociados y tener dinero, con ello perder presencia y decaer.
Franco único de su familia, su primo, su madre ya fallecidos, sin relación alguna con sus hermanas bien establecidas en Roma, decidió cumplir con la promesa hecha a su orden, entregar todo su patrimonio  a la  idea hospitalaria, a Weleda S. A. cuyos medicamentos le salvaron la vida en la juventud, al Therapeutikum San Rafael en cierne. Sin embargo la persona que lo acompañó en su último tiempo recibió una donación que le permitió comprarse un automóvil. También otras personas recibieron sus dádivas, una médica, la hija de la señora Silvia Schwarz de Weiss, viviendo en el interior recibió su televisor, sus amigos, los pocos, un recuerdo de su paso por la tierra. La casa que se compró con la venta de su departamento fue muchos años parte de Farmacia Klar de Weleda S. A. Pasó a la Fundación San Rafael cuando Wolfram Schneider decidió que una fundación tendrá las metas que hace a la Antroposofía ser la cultura de nuestra época, la fundación a su vez permitió que la Editorial Antroposófica la comprase. Rufo García Rubio, su propietario, tiene depósito y oficinas allí, sus hijas cada una un departamento.
Queridos Amigos, estimados presentes, maestro Pablo Kiteber, padres, coreutas, médicos, educadores. Debemos a muchas personas, nuestro quehacer y nuestra tarea antroposófica, nos solemos olvidar de ellas, corresponde ver el pasado para cuidar nuestras palabras y lograr ser limpios de corazón y poder ver a Dios, si está en nuestro destino actual.
Wilhelm Zur Linden alumno de Steiner escribió Mirada a través del prisma donde plasmó sus experiencias espirituales.
Franco Baldachini tenía sobre su escritorio dos imágenes que le acompañaban y su insignia de caballero hospitalario.



Rudolf Steiner y  Wilhelm Zur Linden, dos doctores, en filosofía y en medicina. Dos seres merecedores de su veneración personal y con seguridad más aún, fueron seres de sumo respeto por la vida. Le otorgaron entre otros  a Franco Baldachini conocimiento, memoria, amor, presencia y sabiduría, cumpliendo con ello la meta de la Orden Hospitalaria de Rodas y Malta.
Cuando paséis diariamente junto a la placa que le recuerda tomad reconocimiento del pasado para poder vislumbrar el futuro. Wolfram Schneider tenía una visión: la maternidad, que no logró cumplir. Tenemos mucho por hacer y de las estrellas venimos a nuestra tarea en la Tierra, y de las estrellas, debemos recordar, vienen los niños, quienes serán seres que en la profundidad de su propio ser tendrán nostalgia de espíritu.


Tatiana Czerniczyniec y Schneider. Residente en La Loma. Boulogne. Buenos Aires, Argentina, Palabras a pronunciar en el aula magna  del Centro médico San Rafael. C.a.B.A. el 15.8.2015.