domingo, 31 de enero de 2016

¿Cuál es el vínculo que existe entre los procesos vitales y jugar y aprender?

¿Cuál es el vínculo que existe entre los procesos vitales y jugar y aprender?
Ya esta pregunta despierta una cuestión pedagógica por excelencia y al mismo tiempo un enigma relacionado a la salud del niño y su desenvolvimiento en la vida.

Como padres y educadores necesitamos comprender hoy día,  por medio de nuestro pensar y reflexionar en ello, comprender aquello que nuestrs abuelos llevaban en su instinto con respecto a salud. aprendizaje y escuela pública u hogar que prepara para la escuela y al mismo tiempo para la vida sana.

¿Cómo puedo apuntalar los procesos orgánicos en el niño para que se desarrolle sanamente y se encuentre tranquilo, reposado e interesado a la hora de estudiar?

Philipp Gelitz y Almuth Strelow han escrito sobre los fundamentos y la importancia pedagógica en el hogar, el jardín de infancia y la escuela. El libro lleva el título "Los siete procesos vitales". Ha sido traducido al castellano por las señoras Ana María Rauh, madre de un médico pediatra y la señora Dora E. Kreizer, responsable de la Editorial Dorothea, quien ha publicado esta guía para la comprensión actual del desarrollo y desenvolvimiento del niño pequeño. Se observan los procesos fisológicos y se describe cómo se desarrollan y transforman en el niño, Se desprenden de aquí perspectivas interesantes para todos aquellos que están al servicio de la educación del niño.

La antropología antroposófica distingue siete procesos vitales que obran en las funciones de los órganos y en las fuerzas vitales del hombre: respiración, calentamiento, nutrición, eliminación, conservación, crecimiento y reproducción.

Una observación más detallada de estos procesos nos abre hacia una comprensión más profunda para la forma de obrar que tiene lo viviente en el organismo- Para el niño en quien los procesos orgánicos se van armonizando de a poco, la trascendencia que tiene el despliegue de estos procesos vitales es decisiva. Ellos conforman la base sobre la que puede desplegarse un sano desarrollo y el afianzarse en las propias posibilidades corporales que posibilita un aprendizaje acorde a la edad.

Editorial Dorothea
www.editorialdorothea.com.ar

martes, 12 de enero de 2016

Para leer en Carnaval

Carnaval. 
Doña Lola y Cacho, su fiel amigo.

Pronto serán 70 años. Vivíamos en Martínez. Varias casas en un amplio predio, todas en alquiler. La nuestra y la de nuestra vecina Doña Lola colindaban y tenían un fondo jardín, huerta, con una hermosa Lippia citriodora, un cedrón añoso, unas de mis alegrías de ese lugar.

Lippia citriodora. Cedrón
Doña Lola poseía un perro blanco, tal vez como este con hocico oscuro y una frescura en todo su ser, Cacho era mi otra alegría. Hasta debería buscar una fotografía donde una niña de apenas dos años enfundada en pantalones, se apoya con una mano en la espalda de Cacho.

Llegó un año el Carnaval y en un barrio de tantas etnias era factible aún el festejo, hasta en la calle principal de Martínez, “la Alvear”, anualmente se instalaba un corso. Nuestros otros vecinos eran italianos, cordobeses, nosotros ucranianos, enfrente de nuestra casa vivían alemanes, italianos y franceses. Y recién en la lejana esquina vivía una familia de argentinos, pero por su apellido tampoco eran de pura cepa, venían de herencia española.

Recuerdo con claridad a Doña Lola saliendo al patio con un pequeñín en brazos, batita bordada, terminación de broderie en los pantaloncitos y una cofia con un lindo moño bien armado. Mi alegría como de costumbre era grande. Doña Lola tienes un hermoso bebé, ¿de dónde lo tienes?

Y se me ocurre acercarme y tratar de acariciarle. Este recuerdo es el primer susto de mi vida. El mentado bebé me ladra y si no lo esquivo hasta es posible que recibiese un tarascón. No podía consolarme era tan bonito así vestido y ahora era el Cacho tan conocido de todos los días...


Cada vez que llegamos al Carnaval recuerdo con mucho cariño a Doña Lola y su carnaval personal con Cachito vestido de punta en blanco, hasta con cofia y moño.